
Queda aprobada por unanimidad en la CCMM la Ley de Protección Integral contra la Discriminación por Diversidad Sexual y de Género.
Existen algunos seres humanos que se creen en posición de dictaminar lo que está bien y lo que está mal y cómo tienen que obrar los hombres. Digamos que ellos son dioses del Olimpo y deciden sobre nosotros, los pobres mortales. Ni que decir tiene que sus decisiones siempre son contrarias a la ley natural del hombre y de la naturaleza, siempre son por dinero, por poder y por maldad, y nunca por sabiduría, ni por prudencia y mucho menos por humildad.
Estos seres humanos –a los que también se les puede llamar engendros caciqueños venidos a más gracias a una turba mal encarada y absolutamente ignorante– han existido siempre que el hombre ha habitado la tierra, son la cizaña que intenta corromper el buen trigo. Son personas con un profundo odio a todo lo que signifique verdadera libertad, auténtico amor, generosidad sin límites y la sabiduría humilde de una criatura de la que nunca ha dependido la decisión sobre lo bueno y lo malo de todo lo que existe: el hombre.
Todos estos desgraciados, que odian tanto al hombre como a la mujer, a los que les pone aniquilar las vidas de los niños aún no nacidos y les motiva aún más pervertir a los menores ya vivos a través de sus palabras falsas, ponzoñosas y depravadas, han conseguido matar a millones de nasciturus al año, sodomizar a millones de personas a través de sus planes de control de la natalidad y de la población en todo el mundo; una vez que ya se cargaron a la mujer y, por ende, al hombre, ahora están luchando con todas sus fuerzas para destrozar el último bastión de la sociedad, el último reducto donde el hombre aún era libre: la familia. Y casi lo han conseguido.
Una de todas esas ideas ponzoñosas, absolutamente falsas desde su raíz, es la Ideología de Género. Desde el verano, el de 2016, en la Comunidad de Madrid, y gracias a todos esos engendros de los que antes hemos hablado, ya podrán encarcelar a las personas que hablen en contra de esa perfectamente adoctrinada mentira. No sólo eso, sino que han inundado las escuelas, los Medios de Comunicación y hasta los atriles –todo salvo las mezquitas, claro, ya sabemos que lo único que tienen en común estos engendros es su degenerante cobardía con lo malo–, los van a inundar con su adoctrinamiento de mierda: ¡cómo les encanta el maltrato sexual a los menores!
Según estos impresentables “la bisexualidad, la homosexualidad, la intersexualidad son situaciones buenas, por ley, y por tanto estará prohibido decir lo contrario, aunque se aleguen criterios médicos o morales”. Como tantos totalitaristas que han habitado en estas tierras, se piensa que el bien está en lo que ellos marcan, y ahora en sus degradantes leyes democráticas –que es la mayor mentira que se han inventado para lograr destruir las conciencias de los ciudadanos: la democracia (demagogia goebbleliana).
Sin embargo, y gracias a todo lo que siempre ha sido, es y será, la realidad de la ley natural jamás puede alterarse. Por mucho que a unos payasos se les meta en la cabeza legislar según la maldad de sus inteligencias, nunca podrán eliminar lo que las cosas son realmente, la causa que las ha hecho existir y el fin para el que existen. Y hay una máxima en esa ley universal que reza así: de lo que siembras recoges.
Por mucho que todos estos vendedores de humo digan que en el hombre existen varios géneros, o que uno decide su propio sexo, no por eso va a dejar de ser mentira y no por eso va a dejar de causar las consecuencias que causa.
Es más, el pleno aprobó la propuesta del PSOE de sancionar «toda intervención médica, psiquiátrica, psicológica, religiosa o de cualquier otra índole que persiga la modificación de la orientación sexual o de la identidad de género de una persona”. Es decir, no sólo legislo la mentira y la hago pasar por una fantástica elección de mi libre albedrío, sino que además me cargo a todos aquellos que no estén de acuerdo, y también me cargo a aquellos que quieran dejar de ser otra cosa que no sea varón y mujer. Ya lo dijo el filósofo: el hombre acaba siendo un lobo para el hombre. El mayor enemigo del ser humano somos nosotros mismos.
Desde Los Ritmos, del Siglo XXI, vamos a seguir denunciando las atrocidades que se produzcan cuando quieran ir contra nuestra libertad, la libertad de opinión y la libertad de prensa. Mañana, estos politicastros de basura y oropel, podría quizá aprobar una ley que diga que tienes derecho a matar a tus padres cuando ya no les veas útiles, igual que ahora te dicen que tienes derecho para asesinar a tus hijos antes de que nazcan si no es tu momento zen de las pelotas. Sin embargo, tanto una como otra siempre serán malas y nunca habrá que cumplirlas, aunque te acarree la cárcel. Por suerte o por desgracia, en la historia de la humanidad siempre han existido los hombres que han ido a vampirizar a otros hombres y las personas que han muerto por defender la verdad…, y eso no va a dejar de pasar ahora. De hecho, es lo que está ocurriendo en otras partes del mundo, como Afganistán.
También en España hay terroristas –eso sí, muy bien vestidos y con una cínica sonrisita constante en la comisura de los labios– que quieren aniquilar todas las ideas que no sean las que ellos predican, desde sus falsos púlpitos de tolerancia, solidaridad y respeto. Cosa absolutamente trolera también: lo que nunca harán será respetar a nadie, puesto que jamás admitirán unas ideas distintas de las suyas –sobre todo si esas ideas con las que ellos no comulgan son verdad–, y se esforzarán en eliminarte de la ecuación social, de la nueva sociedad que están creando donde no hay Dios, y por lo tanto no existe ninguna ley divina ni natural, salvo la que ellos decidan. Lo cierto es que en el fondo causan pena e hilaridad. No se dan cuenta de que por mucho que quieran cambiar la auténtica naturaleza de las cosas será ella misma la que les acabe poniendo en su sitio.
Por eso, y como conclusión, diremos que la Ideología de Género es falsa, hasta biológicamente está demostrado que somos varón y mujer, es decir, el ser humano es un ser sexuado –que no sexual– y que sólo en esa profunda interrelación se puede desarrollar como tal, como ser humano. Y todas las demás “opciones” que se desvíen de esa realidad sólo conseguirán dañar lo que el ser humano es en sí mismo. De hecho, por eso quieren redefinir al ser humano, ponerlo dentro de las entrañas de la Pacha Mama, y hablar de él como se habla de una rama de bambú algo más evolucionada, sin dignidad propia ni derecho a la autodeterminación y, por lo tanto, sin libertad. También está dentro de esta consideración que cada hombre puede hacer con su vida lo que le brote y puede intentar ser lo que le dé la real gana. Que lo consiga o no dependerá de lo bien o mal que escoja su fin. Sin embargo, lo que jamás será de recibo es que unos pocos impresentables intenten obligarnos a los demás a hacer algo que va en contra de todo el sentido común. Qué lástima, con lo agradable que es la verdad, el respeto y la libertad, qué manía de estar constantemente en pie de guerra… Aunque, como dijo alguien, si vis pacem para bellum.