close up photography of green moss on rock

Décimas en luz

Llevo ya un tiempo -inexistente elemento- componiendo, entretejiendo con el barro de mis manos los latidos de mis ojos, respirando el dolor de ausencias y el ardor de cada piel que visten mis presencias. Hace tiempo decidí huir de la epidermis de la vida, para vivir dentrometido, acurrucado, de rodillas y rezando; en una palabra: libre. Y está surgiendo este poemario, ni más lejos ni más cerca, a un latido de tu boca -tú que lo tocas en el abrazo de tu mirada: gracias.

Este poemario verá la luz con las primeras horas del invierno, supongo, espero, pero antes, ahora, quiero dejar algunas décimas aquí, para ti.

Desde dentro del espacio,
donde vivo en luz y fuego,
me entretengo con el juego
de acariciarte despacio
en la piel de tu escenario…
Si he de serte sincero
poco más es lo que quiero:
conocer, si acaso, un poco
de la sed, de ti… Y escojo
de tus manos ser viajero.

No me resulta ya extraño
pensarte lleno de ausencias…,
para saber ser presencia
deberías ser el caño,
sin aristas sin engaños,
donde el agua corre suelta,
vive libre, vuela lenta,
sin mirarse en los espejos,
sin pensar si llegó lejos
de su ida y de su vuelta.

Me sangra a la vez la herida
y cierta duda en los labios
cuando son putas y varios
los restos de toda vida.
Nunca creció la comida
a la vera del camino,
ni existió jamás destino
en las arrugas de un viejo:
Si me miras soy espejo,
si me abrazas… pan y vino.

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